Úbeda repite la estrategia en las concentraciones

Claudio Úbeda vuelve a marcar el camino en un momento decisivo para Boca. Luego de una fase regular con altibajos, pero que terminó con un equipo más sólido, más confiado y encadenando cuatro triunfos consecutivos, el Xeneize se prepara para afrontar la instancia más exigente: los octavos de final del Torneo Clausura. Frente a este escenario determinante, el entrenador decidió recuperar una estrategia que ya ha demostrado ser efectiva en partidos clave: las largas concentraciones.

La modalidad impulsada por Úbeda fue clave en los compromisos frente a Estudiantes y River, encuentros que el conjunto azul y oro ganó con autoridad. En aquella ocasión, el cuerpo técnico convocó al plantel para reunirse dos días antes del partido, generando un clima de unidad, enfoque absoluto y desconexión de estímulos externos. Ahora, camino al choque frente a Talleres en La Bombonera, el Sifón vuelve a apostar por esa fórmula que tantas garantías le ha dado.

El plantel quedará concentrado desde el viernes a las 23 horas en el Hotel Intercontinental, donde permanecerá hasta el domingo a las 20, horario del partido. Serán casi 48 horas de convivencia total, un método que en Boca se asume como esencial para no dejar ningún detalle librado al azar. El equipo sabe que el objetivo es claro: pelear el Torneo Clausura y coronar un semestre que terminó con la clasificación a la Copa Libertadores.

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El estilo Úbeda: orden, foco y cábala en la etapa decisiva

Desde hace algunas semanas, Úbeda también implementó nuevas reglas internas que apuntan a reforzar la concentración absoluta del plantel. Junto a referentes como Leandro Paredes, se eliminó la presencia de peluqueros, vendedores de indumentaria y cualquier tipo de actividad ajena a lo estrictamente futbolístico durante las concentraciones. La idea es simple: evitar distracciones y generar un ambiente de trabajo profesional, serio y completamente orientado al rendimiento.

Los resultados avalan esta línea de acción. Desde que Boca adoptó este régimen más estricto, el equipo no solo ganó partidos importantes, sino que mostró carácter, solidez defensiva y una identidad más marcada. Para muchos, se convirtió incluso en una especie de cábala: triunfo ante Estudiantes en La Plata y victoria con autoridad en el Superclásico ante River.

Ahora, frente a Talleres y con el Torneo Clausura en juego, Boca vuelve a apoyarse en la metodología de Úbeda. La convicción del entrenador es clara: en etapas decisivas, el enfoque colectivo y la unión del grupo son tan importantes como lo que sucede dentro del campo de juego. Y el plantel, totalmente alineado con esta idea, buscará dar un nuevo paso hacia el gran objetivo del semestre.