El empate 1-1 ante Rosario Central dejó varias conclusiones importantes para Boca. El equipo mostró carácter y estuvo a la altura en un partido exigente. Abrir el marcador y mantener el control del juego gran parte del encuentro fue un paso adelante.
El segundo tiempo fue el mejor tramo del equipo. Boca peleó la tenencia durante los 90 minutos, con un reparto equilibrado de posesión en ambos tiempos (49-51 en el primero, 51-49 en el segundo). Salvo por los dos minutos posteriores al gol olímpico, no sufrió grandes sofocones y contó con oportunidades para quedarse con la victoria en la última media hora.
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Otra conclusión clara es el gran momento de Leandro Paredes. El mediocampista volvió a brillar y dio sentido a cada pelota que pasó por sus pies. “¡Metió 15 de 17 pases largos acertados!”, destacaron desde el cuerpo técnico. Su influencia fue total: actuó como líbero, volante central y creativo, mostrando un segundo tiempo de altísimo nivel.
Además, Rodrigo Battaglia se consolidó como su socio ideal. El mediocampista fue determinante en el primer tiempo y coronó su actuación con su cuarto gol en 25 titularidades. La conexión con Paredes mejora partido tras partido y fortalece el mediocampo.
Por otra parte, el bajo nivel de Palacios fue notorio. El jugador no arriesgó en los 25 partidos que lleva como titular en Boca y mostró frustración al salir. Con cero gambetas, ningún pase clave y apenas un remate desviado, quedó claro que Paredes terminó jugando por él.
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En ataque, el doble nueve volvió a ser un problema. Cavani se siente más cómodo retrocediendo y clarificando en el medio que buscando el área, mientras que Merentiel se mostró más punzante partiendo desde atrás. Sobró un delantero y faltó un extremo en la segunda mitad.
Por último, Brey tuvo responsabilidad en el gol olímpico, aunque después respondió con buenas atajadas. Di Lollo sigue sólido, Costa fue de menos a más y Barinaga superó a Blanco en el duelo individual.
Este empate suma más en confianza que en la tabla. Boca se mantiene segundo por diferencia de gol, en puestos de fase de grupos de Libertadores, pero con Central acechando desde el tercer lugar. El equipo de Russo mostró crecimiento y debe seguir llenando el vaso que, por ahora, está por la mitad.
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