La figura de Bianchi continúa despertando admiración y respeto en cada espacio donde aparece. En su reciente charla en la Usina del Arte, el histórico entrenador cautivó al auditorio con un recorrido profundo por su presente, su rutina y su forma de ver el fútbol lejos del banco de suplentes. Con la serenidad que lo caracteriza, el exentrenador repasó su vida actual, marcada por caminatas diarias, la lectura del diario en papel y el hábito de informarse digitalmente en francés, idioma que frecuenta desde hace décadas.
A lo largo de su exposición, Bianchi también dejó reflexiones sobre el disfrute familiar tras su retiro de la dirección técnica. “Si yo hubiera podido jugar toda la vida lo hubiera hecho”, confesó. La charla derivó rápidamente hacia lo futbolístico, tema inevitable para alguien que fue uno de los entrenadores más influyentes del continente. Recordó, por ejemplo, que en París solo asiste a partidos de Champions League y analizó el último Boca-River, destacando cómo un gol puede modificar por completo el desenlace de un encuentro parejo.
Su vínculo con Vélez también apareció en escena, al igual que su respeto por la institución y por la camiseta que vistió desde los 12 años. Además, evocó nombres que marcaron época como Johann Cruyff, Hristo Stoichkov y Michael Laudrup, figuras que admiró durante su etapa europea.
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La visión de Bianchi sobre el fútbol actual y su rol en el deporte
Otro de los momentos más destacados fue cuando Bianchi rememoró su paso por Atlético Madrid y Roma, donde debió enfrentar planteles irregulares y dirigentes con estilos muy marcados. Mencionó especialmente a Franco Sensi, a quien comparó con Mauricio Macri, dejando claro que siempre mantuvo una distancia profesional con las dirigencias: “No hablo de fútbol con los presidentes, cada uno cumple su rol”.
También analizó el andar de técnicos argentinos como Carlos Tevez, Guillermo Barros Schelotto, Mauricio Pellegrino y Eduardo Domínguez. Sin embargo, reafirmó que evita dar consejos para no influir en trabajos ajenos. Una de sus frases más celebradas fue la referida a su ausencia en la Bombonera: “Por respeto al técnico que está trabajando”.
En el tramo final, Bianchi opinó sobre Marcelo Gallardo, Lionel Scaloni y su propia relación con la Selección Argentina, recordando que rechazó tres veces la posibilidad de dirigirla. Además, dejó un mensaje sobre Juan Román Riquelme, destacando su buen momento y aclarando que nunca recibió una propuesta para ser dirigente.
Con su lucidez habitual, Bianchi volvió a demostrar por qué sigue siendo una voz autorizada en el fútbol argentino y mundial, incluso lejos de los bancos de suplentes. Su legado, su visión y su serenidad continúan marcando el pulso de cada conversación futbolera.

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