
JUNIN, ARGENTINA - APRIL 5: Head coach Marcelo Gallardo of River Plate looks on during a Torneo Apertura Betano 2025 Group B match between Sarmiento and River Plate at Eva Peron Stadium on April 5, 2025 in Junin, Argentina. (Photo by Marcos Brindicci/Getty Images)
La lesión de Germán Pezzella encendió las alarmas en River Plate de cara a los octavos de final de la Copa Libertadores. El defensor se retiró llorando en el clásico ante Independiente, reemplazado por Sebastián Boselli antes del descanso. El primer parte médico habló de un esguince de rodilla, a la espera de estudios para confirmar la gravedad.
Marcelo Gallardo se enfrenta así a un panorama complicado en la zaga central. Lucas Martínez Quarta se recupera de un desgarro y solo llegaría para la vuelta ante Libertad el 21 de agosto. Juan Portillo, con una reciente tendinitis, podría estar para la ida, pero no al cien por ciento.
Paulo Díaz, preservado ante Independiente por una inflamación en la rodilla izquierda, es otra incógnita para el partido en Asunción. Gallardo no quiere arriesgarlo antes de tiempo. Mientras tanto, Lautaro Rivero, que debutó en el clásico, no está en la lista de buena fe para la Copa.
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El reglamento impide modificar la nómina provisoria presentada para octavos, por lo que River no podrá incluir a Rivero en esta instancia. En su lugar, el técnico apostó por Sebastián Boselli, con chances de ser titular frente a Libertad. También figura Ulises Giménez, juvenil de 19 años que aún no debutó en Primera División.
Federico Gattoni, aunque en condiciones físicas, no es considerado por el cuerpo técnico. En caso de urgencia, podría ser opción, pero hoy su participación parece lejana. Esta escasez de variantes obliga a Gallardo a planificar con cautela cada partido.
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El desafío es grande: enfrentar la fase más exigente del semestre con una defensa diezmada. La lesión de Pezzella no solo afecta lo futbolístico, sino también el ánimo del plantel. River sabe que cualquier error defensivo podría costarle caro en la Copa.
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